Aunque el Lyceum Mozartiano de La Habana fue inaugurado
el 27 de enero de 2009 celebrando el 253
aniversario del natalicio Wolfgang Amadeus Mozart, una
consecutividad de hechos fueron creando las bases para la creación del mismo.
En 2006, cuando en el mundo se celebraba el 250
Aniversario de Natalicio del genio de Salzburgo, el destacado maestro, Ulises
Hernández Morgadanes, tuvo la idea de homenajear al músico austriaco con la
ejecución de la integral de sus sonatas para piano (26 en total), mas las tres
fantasías y algunos conciertos para piano y orquesta, en una serie de
conciertos que durarían casi la totalidad del año mozartiano y ejecutados entre
el escenario principal del Teatro Auditórium Amadeo Roldán y la Basílica Menor
del Convento de San Francisco de Asís. Todos estos conciertos fueron filmados
en vivo para la realización del DVD Mozart en La Habana, añadiéndoseles las más
bellas imágenes de la Ciudad de La Habana.
Mientras se realizaba la edición del DVD, son recibidos
en La Habana el Dr. Johannes Honsig-Erlenburg, presidente del Mozarteum
Internacional de Salzburgo y el Dr. Heinz Schaden, alcalde de la ciudad de
Salzburgo, para develar, en la galería Carmen Montilla el 17 de noviembre de
2007, un conjunto escultórico que recrea el último retrato realizado en vida
del célebre músico austriaco, obra del artista Antón Thunswaldner.
El Sr. Honsig-Erlenburg al tener en conocimiento la
producción del DVD, invita a Ulises a realizar su presentación, el 27 de enero
de 2008, día del natalicio de W. A. Mozart, en la casa-museo del propio compositor,
con un concierto en el que interpretara obras de Mozart y Cervantes y es en
este marco que comienza a gestarse la idea de crear, en La Habana, una
institución destinada a promover la música del compositor salzburgués.
Poco después, el Dr. Eusebio Leal Spengler, Historiador
de la Ciudad de La Habana, el Dr. Johannes Honsig-Erlenburg presidente de la
Fundación Mozarteum de Salzburgo y el Rector de la Universidad de Las Artes,
Sr. Rolando González, firmarían un convenio
de colaboración, para crear un Lyceum mozartiano en la capital cubana, el cual
se inaugura el 27 de enero de 2009, bajo la dirección del maestro Ulises
Hernández.
Este Lyceum, tiene su sede en el Oratorio San Felipe
Neri, en la intercepción de las calles Obraría y Aguiar, en pleno centro
histórico de la ciudad, patrocinado por la Oficina del Historiador de la Ciudad
de La Habana, por la Fundación Internacional Mozarteum de Salzburgo y el
Instituto Superior de Arte, y es el primero, de este tipo, que se abre en Cuba,
estando encaminado a promocionar, principalmente, la música de Mozart y la
música cubana de concierto, además de otros compositores clásicos del mundo.
Palabras del catálogo
El magnetismo de la creación de
Wolfgang Amadeus Mozart (1756 – 1791), y la celebración del aniversario 250 de
su nacimiento, convocan en La Habana a un grupo de pianistas cubanos de
diferentes generaciones. A partir de sus Sonatas, Fantasías y Conciertos para
piano, nos proponemos en el transcurso de todo el 2006 este enlace
música-interprete-público. Hoy, justo el día de su cumpleaños, iniciamos por
primera vez en Cuba la ejecución integral de todas sus Sonatas, incluyendo la
inconclusa en Sol Mayor para cuatro manos y sus tres Fantasías. En este
homenaje también serán interpretados muchos de sus Conciertos para piano y
orquesta.
En la literatura musical para
piano, las Sonatas del genial compositor austriaco devienen uno de los tesoros
mas ansiado por los interpretes; deseo que busca su apropiación y singular
ejecución. Las excelentes para cantar, bellas líneas melódicas e interpretar
importantes ideas musicales aparecen en toda su obra pianística de manera
variada y enriquecida, esto se acentúa en sus Sonatas. W. A. Mozart, guiado por
su irrepetible instinto musical y por su experiencia con el clavicordio, supo
ajustarse a la necesidad de los nuevos instrumentos. Su búsqueda como
compositor es ante todo una investigación sobre el lenguaje.
La superioridad de W. A. Mozart
sobre sus contemporáneos se manifiesta en primerísimo lugar a nivel tímbrico,
demostrando que él había intuido como evitar aquel sonido “seco y forzado” que
en los pianos primitivos se asemeja a un auténtico ruido, y reanimado de este
modo el concepto primigenio del término Sonata, que era sonar.
Imponiéndose a cualquier rutina
formal de la época y enfrentándose a nuevos recursos del piano, las Sonatas de
W. A. Mozart superan con holgura a otras muchas escritas para este instrumento
y quedan como ejemplo de la diversidad creadora de un talento único que marcó
esta forma musical de manera excepcional, para que llegara a nuestros días con
el esplendor de todos sus valores.
Su música estará de fiesta todo
el año y los pianistas se aprovecharán de ella para divertirse y hacer
disfrutar al público con la obra del infantil, irreverente, provocador y
profundo artista que es Wolfgang Amadeus Mozart.
Mtro. Ulises Hernández-Director